Me imagino que siendo lunes estás con expectativas para el debut del
miércoles…Sí… ¡Qué te parece! Vos ya estarás acostumbrado a ver lo que
son los arranques de las ficciones. Un arranque siempre genera mucha
expectativa, sobre todo cuando arrancaste a grabar con un tiempo de
anticipación. Pero es directamente proporcional la expectativa que tengo
con la seguridad de que estamos haciendo una cosa que es muy divertida y
linda de ver.
Sos bastante selectivo con los productos que hacés, te tomás tu tiempo,
calculo que tiene que ver con elegir el producto que te gusta, ¿No?Sí,
pero lo que pasa en este caso que, más allá de elegir o no el proyecto,
que fuimos abordando, que fue cambiando, lo que elegí es la escudería
con la que estoy corriendo. Cuando me llamó Tomás (Yankelevich,
productor y actual director artístico de Telefe) para laburar me sumé
sin un libro ni nada porque me interesaba mucho laburar con él. Y
después a todo esto se sumó Gustavo (Yankelevich), así que muchísimo
mejor.
Luego vino la etapa de los actores que se fueron sumando al proyecto y la verdad que estoy fascinado con lo que armamos.
¿Te gusta cambiar de género, en este caso para volver a la comedia?Sí, y
tocar distintas cuerdas. Fijate que hice Vidas Robadas y ahora vuelvo
con Cuando me sonreís. Pero en el medio de estas dos hice una obra de
teatro que se llamó Poder se puede en la que interpretaba a un alpinista
de 1950, que en los ´70 se había congelado en una grieta, o sea que hoy
era una momia, y que tenía que ver con la concientización de la
detección temprana respecto a la salud. Con lo cual, sí, a mi me gusta
mucho hacer proyectos lo más variados posible.
También hiciste una obra magnifica con Pepe Soriano…Ah, sí, Visitando al señor Green. Una obra maravillosa. Muy linda obra…
Con el teatro tenés la posibilidad del cara a cara con la gente, algo
que experimentás un poco con tu Twitter…Es lo que más me gusta de mi
profesión. Cuando estás en el teatro tenés la suerte de estar ahí con la
gente. Pero cuando hacés televisión, ¿Cómo lo recibís? Salvo cuando
estás caminando por la calle. Pero si no está el ida y vuelta te aburrís
mucho. Que es lo que me pasa a mí. Yo siempre tuve muchos, pero muchos
problemas para comunicarme… Y ahora la verdad que la paso brutal.
¿Por qué decís que tuviste problemas para comunicarte?Porque soy tímido,
o por lo menos lo era cuando arranqué en esta profesión, quizá ahora ya
no tanto. A mi me gusta mucho el contacto con la gente, que me digan
qué les gusta, qué les parecen mi programas… sobre todo con el pedazo de
país que tenemos. Cuando hacés teatro no sólo te viene a ver gente de
Buenos Aires, capaz te cruzás con gente que viene desde Tierra del
fuego, y en el documento tienen República Argentina igual que vos, por
eso creo que es lo mejor que tiene la profesión.
Una vez contaste que tenían un acuerdo con Pablo Echarri para no
cruzarse en pantalla, este año lo tuvieron que romper…Lo que habíamos
hablado con Pablo, simpáticamente, tampoco es que teníamos un acuerdo
demasiado serio… pero nos habíamos dado cuenta que lo mejor que nos
podía pasar a los dos era no estar compitiendo con dos buenas ficciones,
por ejemplo, una en Telefe y la otra en Canal 13, en el mismo horario.
Hoy te toca dejarle la pantalla caliente a él…
¡Y me encanta! ¿Sabés qué? Salir con un producto como Cuando me sonreís
para hacer dupla con El Elegido, ante todo, es un honor muy grande, pero
después es una combinación muy linda. Imaginate, con Pablo ya lo hemos
conversado, nosotros estamos grabando en los mismos estudios y nos
cruzamos todo el tiempo. Además él está estrenando este rol de productor
y yo lo aplaudo. Si es para producir ficciones como El Elegido,
bienvenido sea a la producción.
¿Coincidís con que es un buen año para la ficción?
Sí, yo estoy muy contento y lo he comentado. Es un año muy muy bueno
para la ficción. Pero sobre todo, más allá de la cantidad, por la
calidad de ficciones que hay. Hasta las más disparatadas, como la
apuesta de Florencia Peña (Sr. y Sra. Camas, Canal 7), en la Televisión
Pública, tiene todo un riesgo tremendo. Se tiraron con todo a la pileta,
independientemente de la suerte que pueda correr, hay una apuesta y
fuertísima. Y este año, me parece, como nunca, todas las ficciones están
tocando como cuerdas distintas, y no hay una que digas “ésta es igual a
la otra”. Y me da la sensación que el gran ganador es el público.
La última: Contame qué cuerda van a tocar ustedes hasta donde puedas llegar a decir…
¡Mirá…! Esta es una comedia para toda la familia. Por una cuestión de
tiempos y horarios va a ir una hora más tarde de lo que podría haber
ido, pero vos no podés correr a Susana y a El Elegido y plantar la
novela ahí. Uno tiene que acomodarse. La ficción que está terminando es
Un año para recordar, y nosotros vamos a ir en ese espacio. Es una
comedia para toda la familia, te reitero, no te deja a pata, en el
sentido que no es una comedia previsible, es una comedia de libro, la
escriben Marta Betoldi y Ricardo Rodríguez, e hicieron una dupla que
sencillamente no dio un resultado intermedio; los dos ponen lo mejor de
cada uno y han creado esta tira que tiene su vocabulario, su forma de
hablar y de decir. Con un elenco extraordinario. El personaje de
Sebastián Estevanez es el que viene a dar vuelta la historia. ¿Te
acordás cuando jugabas a la tapita? Bueno, Estevanez hace pin y en la
primera escena da vuelta todo. Es un programa con el que me gusta mucho
compartir las ficciones que hay este año en la televisión.
Fuente: todoteenangels
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